Parto respetado en institución hospitalaria

El parto humano no solo es una mujer que pare. También hay un bebé que nace, una pareja, si la hay, que hace parte de un proceso, una familia que crece, y un nuevo ser humano que se une a este planeta. El parto, no solo involucra un aspecto biológico sino también aspectos emocionales, mentales y hasta espirituales, que, quizás, con el control que se han dado a dicho proceso dentro de las instituciones hospitalarias con la atención masiva, con la creación de protocolos para su acompañamiento, con la anulación de la bioindividualidad, pues se ha desvirtuado su real forma, fondo e impacto social.
Sabemos que hoy en día, la mayoría de mujeres elige su parto en un hospital, ya sea porque creen que, como la mayoría de las mujeres lo hacen allí, pues esa es la manera correcta y más segura para hacerlo ellas mismas, o también porque quizás nuestro sistema de salud no nos ofrece otras alternativas. Y finalmente porque tampoco buscamos nosotras mismas otras alternativas.
Así que desde la revolución del amor siempre respetamos las decisiones de las mujeres y sus familias, sin embargo nuestra labor también está en recordarles que independiente del contexto que elijan para dar a luz es muy importante la calidad de su experiencia.
Sabemos que para poder exigir nuestros derechos sexuales y reproductivos, debemos saberlos y aprender sobre las indicaciones reales de cada intervención obstétrica que facilite el parto y el nacimiento, como a su vez, recursos más naturales que puedan honrar la salud y el bienestar.