Hablemos del cuidado genital del bebé varón
Para empezar, es clave que sepas que el bebé varón al nacer experimenta un proceso llamado fimosis.
La fimosis es la estrechez de la abertura del prepucio que impide descubrir el glande total o parcialmente.
Un 96% de los recién nacidos tienen un prepucio no retráctil. A los 6 meses de edad, un 20% de los prepucios ya son retráctiles. Al año, un 50%. A los 3 años, el 90% de los prepucios son retráctiles. Con lo cual, podemos afirmar que la fimosis es normal durante los primeros 3 o 4 años de vida. Sólo un 1% continuará con fimosis a los 16 años.
Por tanto retraer forzadamente el prepucio está totalmente desaconsejado porque pueden ocasionar sangrados, adherencias, infecciones o cicatrices que sí terminan provocando una fimosis patológica que más adelante puede requerir una intervención quirúrgica.
La fimosis es fisiológica e irá desapareciendo según vayan creciendo los bebés. Notarás que alrededor de los 4 a 6 meses de edad, bebé comenzará a explorar sus genitales y él mismo se retraiga el prepucio que, junto con sus erecciones espontáneas, ayudará a éste tejido a flexibilizarse para una mejor retracción en el tiempo.
En cuanto a la limpieza de esta zona, es importante limpiar diariamente para evitar infecciones, y la mejor forma de hacerlo es que limpies con un algodón húmedo, retrayendo con mucho cuidado y gentileza el prepucio hasta donde llegue sin forzar y luego limpiar.
Te recomendamos, que así como enseñas a tu hijo a tener una higiene de los dientes y de las manos, también le enseñes a mantener una higiene de su partes íntimas, siendo súper importante que sean ellos mismos quienes aprendan a efectuar esta limpieza. Igualmente, a través del tiempo, es importante que aprendan a retraer el prepucio cuando vayan a orinar, para evitar que se queden restos de orina en ese espacio, y eso acumule humedad que propicia el crecimiento desmedido de bacterias.